Nuevo día, nueva felicidad ....

Día normal, muy normal, lleno de felicidad, dijo él.

" Me sentía tan feliz, exclamó" y justo cuando tanta felicidad inunda mi mundo, algo malo me sucede.

Recibí una llamada de una mamá al borde de la histeria  y desesperación, el único sentimiento que puede tener una  mamá al no poder teletransportarse para poder correr a salvar a su hijo, su único hijo varón.

Yo era la persona mas cercana al accidente,  " corre, pierna, huesos rotos...", fueron las únicas palabras, que logré extraer de su llamada.

" ya voy " respondí. Por mi mente pasaron imágenes de su accidente anterior, no daba crédito al terror que inundó mi ser en ese momento, no puedo perderlo, no a él.

Cuando llegué al lugar del accidente, pude ver lineas de dolor cruzarse por su rostro, no mentía, nuevamente, no podía hacerlo, no podía moverse, sin embargo pude respirar nuevamente al ver que  estaba vivo, es un sobreviviente.

Una ambulancia que tardó 2 horas en llegar, un tránsito que no podía levantar acta, pues él pertenecía a otra delegación, no quería encontrar al culpable, quería que alguien lo atendiera.

El dolor hacia desesperarse, el dolor hacía desfallecer, el dolor hablaba por él.

Una pierna lastimada y muchas lagrimas derramadas no opacan la felicidad de aun tenerte vivo.