Recuerdo mi primer viaje a la playa... Fue una odisea pues viajé de la mano de una tía a quien de cariño llamamos "la loquita", y después de subir al autobús 1 y 2 llegamos a nuestro destino: Rincon de Guayabitos
Ciertamente en aquel momento tenía sentimientos encontrados, pues yo hubiese preferido viajar con mis papas , sin embargo pues la economía solo daba para enviarnos a mi hermano y a mi al cuidado de personas que si tenían los recursos para hacerlo y aun que éramos como 10 personas metidas en un solo bungalow, y quienes nos invitaron nos hacían a un lado por dar preferencia a los suyos.... Ahí estábamos por decisiones que no eran nuestras ... Pero esa es otra historia.
Por el otro lado estaba, por su supuesto el hecho de que conocería la playa.
Lo que no anticipé es el sentimiento que me produciría estar en la playa, es algo primitivo hasta cierto punto, sentir mi cuerpo rodeado por una inmensa cantidad de agua, sumergirme y entender que delante mío se encuentra una bastedad de vida, de naturaleza, de otro mundo, es una maravilla.
Mi tono de piel se torna de un dorado maravilloso que ¡¡¡dura y perdura!!!
Descubrí literalmente que "En el mar la vida es mas sabrosa ", prácticamente no tengo ningún tipo de dolor... Mi felicidad aumenta al 100%... Y mis pulmones prueban el sabor a aire puro.
Posteriormente descubrí que los lugareños tienen su mercadito o bien pasan vendiendo a lo largo de la playa, y no se bien como describirlo solo que me cautivó, la primera vez quería ser millonaria para llenarme de conchitas y dulces de tamarindo, mi presupuesto sin embargo me permitió comprarme un collar y un dulce de tamarindo el cual me comí poco a poco con la esperanza de que mágicamente al día siguiente apareciera milagrosamente el trozo que había comido el día anterior.
Probablemente las artesanías que ahí decubrï representan la inmensa felicidad que viví aquel verano.
Es imposible para mi pasar por una playa y no comprar este tipo de detalles que ahora tienen un nuevo significado "consume local".
Otra de las maravillas que descubrí fue una especie de piña picada , trataré de decribirlo:
Una persona, que cuenta con una gran maestría , corta la piña por la parte de arriba, con un instrumento casero que es entre una pequeña pala y un cuchillo, saca la pulpa de la piña y la comienza a picar/machacar, le agrega sal de grano, chile en polvo, limón al gusto además de hielo... Un verdadero manjar... Podría vivir a base de esto!!! Bueno no, pero en ese momento así lo creí, por supuesto yo me comía hasta el ultimo pedazo comestible y le seguía "raspando" haber si lograba sacar mas .
Otra "novedad " que descubrí fué que si vas muy temprano a la playa, puedes adquirir pescado recién sacado del mar... Mas fresco imposible, ahí lo seleccionas y te lo preparan dependiendo de como lo quieras cocinar.. Desde un ceviche, hasta pescado a la parrilla, ¿¿¿novedad ??? Puedes asegurarlo pues hasta ese momento yo sabía que el pescado se vendía en el Mercado y que pasaba varios días congelado.
Yo anhelaba pasar mas tiempo ahí, pero pues.. "Nada dura para siempre" cierto.? ...
Lo cierto es que regresé a mi hogar, feliz con mis conchitas al cuello y un corazón recargado de bellos recuerdos y experiencias agradecida infinitamente con las personas que hicieron possible mi viaje a aquel maravilloso lugar. Amo la vida en la playa, amo los recuerdos que evocan el aroma salado de la playa y sobre todo amo a mis papas pues sé que debieron sacrificar mucho para que yo viviera esta experiencia.
Besakarenice.
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